COMARCA DE LA SIERRA DE BÉJAR



La Sierra de Béjar es de una de las comarcas con mayor sentido histórico-tradicional, geográfico y cultural de la provincia de Salamanca, en Castilla y León, España,​ aunque sus límites no se corresponden con una división administrativa. Su parte más elevada hace de límite con las provincias de Ávila y Cáceres por lo que en las comarcas cacereñas del Valle del Jerte y el Valle del Ambroz, así como en la abulense del Alto Tormes, también se usa el topónimo Sierra de Béjar para designar a esta zona.

Tiene sus raíces históricas en dos territorios diferenciados, la Tierra de Montemayor y la Comunidad de Villa y Tierra de Béjar, que aunque se situaban en reinos diferentes en la Alta Edad Media, posteriormente se juntaron tras la inclusión de la mayor parte de la comunidad bejarana en la provincia de Salamanca, hecho que se atestigua ya en el siglo XVI,​ y que posteriormente se reafirmó en la división territorial de España realizada por Javier de Burgos en 1833 que sentó las bases de las provincias actuales, que dieron pie a la organización de las mismas en partidos judiciales. Béjar se constituyó como cabecera de partido en 1834 y es precisamente este hecho el que dotó de sentido comarcal a toda la sierra con la ciudad de Béjar como capital y centro de servicios. El partido creado entonces coincide con la comarca actual excepto por la inclusión de Molinillo, Pinedas y casi todos los municipios del Alto Tormes. En el Siglo XX, partido y comarca se empezaron a diferenciar pues tras la sucesiva pérdida de población en la provincia salmantina, se eliminaron los partidos judiciales de Alba de Tormes, Ledesma y Sequeros, lo que conllevó el aumento de extensión del resto, entre ellos el de Béjar.

DATOS

- Capital = Béjar
- Entidad = comarca
- Situación = provincia de Salamanca, Castilla y León, España, Europa
- Superficie = 614,09 km²
- Población (2010) = 22.319 hab.
- Gentilicio = bejarano, -a




Comprende 32 municipios:
Aldeacipreste, Béjar (capital comarcal), Candelario, Cantagallo, El Cerro, Colmenar de Montemayor, Cristóbal de la Sierra, Fresnedoso, Fuentes de Béjar, Horcajo de Montemayor, La Cabeza de Béjar, La Calzada de Béjar, La Hoya, Lagunilla, Ledrada, Montemayor del Río, Nava de Béjar, Navacarros, Navalmoral de Béjar, Peñacaballera, Peromingo, Puebla de San Medel, Puerto de Béjar, Sanchotello, Santibáñez de Béjar, Sorihuela, Valdefuentes de Sangusín, Valdehijaderos, Valdelacasa, Valdelageve, Vallejera de Riofrío y Valverde de Valdelacasa.

​Se considera a Béjar como el centro neurálgico o capital del territorio y el Alto Tormes es muchas veces considerado una subcomarca de Béjar.


MAPA SIERRA DE BÉJAR (2019)





VÍDEO DE LA SIERRA DE BÉJAR (de AlfaBit2001b)






VÍDEO DE LA SIERRA DE BÉJAR (de AlfaBit2001b)





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LA SIERRA DE BÉJAR, PUEBLO A PUEBLO (LOS 32 MUNICIPIOS DE LA COMARCA) (fuente: Guía Repsol)


BÉJAR (capital comarcal) [12.739 hab. (2019) / 45,74 km²]


A solo 74 kilómetros de Salamanca, Béjar es el núcleo urbano más importante del sureste de la provincia. Su andadura como tal comienza en el siglo XIII. En este municipio, musulmanes, judíos y cristianos convivieron durante siglos, con una muralla medieval testigo de numerosos acontecimientos y que hoy encierra un casco antiguo declarado Conjunto Histórico-Artístico.
El paseo urbano por Béjar nos permitirá asomarnos a sus interesantes iglesias románicas y al majestuoso Palacio de los Duques de Béjar, construido en el siglo XVI sobre los restos de la antigua alcazaba. El palacio cuenta con una singular cámara oscura en un torreón que nos invita a dar un paseo por la ciudad sin movernos del sitio a través de un ingenioso sistema óptico. Entre las iglesias románicas, muchas de ellas modificadas a posteriori, conviene visitar la Iglesia de Santa María la Mayor, el templo más importante de la ciudad.
En esta ruta urbana nos encontraremos con un trío de museos de mucho interés, como el museo judío David Melul, el museo de Mateo Hernández y el Museo Textil, que recoge aspectos de la antigua tradición industrial de esta villa. El Convento de San Francisco, del siglo XIV aunque ampliado en el XVI, es otra parada obligatoria por los idílicos rincones que enontraremos en su bello patio interior. Los apasionados de la naturaleza pueden subir a la zona arbolada del castañar y visitar el santuario de la patrona de la ciudad, la Virgen del Castañar. Pero, sobre todo, deberán visitar el jardín renacentista de El Bosque, que cuenta con un palacete del siglo XVI y un estanque rodeado de paseos, fuentes, escalinatas y terrazas. Un espacio ideal para dar rienda suelta al romanticismo de los enamorados. Para los amantes de la nieve, en temporada invernal, nada mejor que la cercana estación de esquí de Sierra de Béjar-La Covatilla.
Cada domingo posterior al día del Corpus Christi, Béjar celebra una popular procesión en la que sobresale la figura de los 'hombres de musgo’. Este desfile se inspira en acontecimientos históricos que vivió la ciudad bajo el reinado de Alfonso VII de Castilla, cuando un contingente cristiano, escondido en el monte de El Castañar, cubrió sus cuerpos con musgo para asaltar la ciudad, que resistía bajo dominio musulmán.

Nava de Béjar [94 hab. (2019) / 11,73 km²]

Después de pasar Guijuelo por el norte o Sorihuela por el sur se llega al kilómetro 400. También sirve el 398. En ambos puntos, existe un desvío desde la autovía de la Plata para llegar a Nava de Béjar. Es posible que los romanos hicieran un alto en este territorio al desplazarse por sus antiguas vías. Hoy, las modernas infraestructuras permiten acercar la localidad al progreso. Esta población aparece cruzada por la calle Mayor que constituye su artería principal. Parece dividirla, pero, en realidad, teje ambas orillas en las que se distribuyen sus tradicionales viviendas. El principal monumento de la localidad, situado en uno de sus extremos, es el templo en honor a Santo Domingo de Guzmán. Emplazado en la calle del Oeste, paradójicamente la cercana vía Iglesia no incluye ningún espacio religioso. Al caer la noche, en agosto, la procesión de los faroles atraviesa estas tranquilas vías. Los ciudadanos portan candiles a la vez que los saeteros rompen el silencio. Nava de Béjar respira tranquilidad y rescata el fresco despertar de las noches de verano.

A lo largo de la Historia Nava de Béjar perteneció al Reino de León.

La Cabeza de Béjar [62 hab. (2019) / 13,91 km²]


Situado al sur de la provincia, a pocos kilómetros de la ciudad que le da el apellido, el nombre del municipio hace referencia a su ubicación geográfica en un cerro, que por estos lares se denominan "cabezas". Desde la falda de este pequeño monte, ofrece imponentes vistas de la sierra de Béjar. 
En Cabeza de Béjar puede hacerse un recorrido por sus cruces, pilares y fuentes de granito, material habitual en la zona y en el que está construida la iglesia, de origen medieval. Una parte de ella tiene un artesonado mudéjar en el techo, aunque lo que más llama la atención es el retablo, atribuido a uno de los miembros del clan artístico de los Pérez Monroy. 
En el paraje del Castillo quedan las ruinas de una antigua fortaleza de origen medieval. Y en Las Talayuelas, sepulcros de origen prerromano excavados en las rocas y orientados a la salida del sol. 

Ledrada [481 hab. (2019) / 16,95 km²]

Pudiera ser que el origen de su nombre se deba a su asentamiento en la ladera de un monte, como si fuera una maqueta, tal y como sugirieron los romanos. Es posible que sus habitantes accedieran al reparto del agua para el riego tal y como refiere su topónimo árabe. E, incluso, sería posible que la humedad de la zona hubiese creado verdaderas hiedradas yedradas para conformar su nominación. El pueblo salmantino de Ledrada baila al ritmo de estas tres hipótesis en las que todas pueden tener su parte de verdad. Fuera una u otra, la iglesia de San Miguel, de reminiscencias románicas, o la torre del Reloj, manifiestan al visitante su hechizo de manera clara. Además, el embrujo de las diferentes sierras que rodean a la población ha configurado un paisaje accidentado que sirve como espacio de transición entre diversas montañas. Esa sensación de magia también queda retratada en la gastronomía, otro puntal de la localidad. Platos como las patatas “al caldero” o las patatas revueltas configuran un intenso sabor de aire rural en nuestro paladar. El municipio de Ledrada se alza sobre la ladera de manera generosa. No es una quimera afirmar que entre la humedad del agua aparece la vida que da sentido a esta villa.

El pueblo de Ledrada se ha hecho un hueco dentro del mercado de las industrias chacineras tal y como demuestran sus pujantes empresas de embutidos. Los chorizos se elaboran bajo la Denominación de Origen “Jamón de Guijuelo”.

Fuentes de Béjar [216 hab. (2019) / 14,47 km²]


El municipio y su tierra formó parte del señorío de los duques de Béjar. El río Sangusín, afluente del Alagón, tiene la cabecera en su término, a poco más de 900 metros de altitud, dando lugar a un gran bloque hundido de igual dirección que las sierras que rompe el Sistema Central, individualizando las sierras de Francia y Béjar. La presencia del río trajo consigo la existencia de dos molinos harineros que, unidos a la fabricación de tejas, losas y ladrillos, a las canteras de granito, a la arriería y a los telares para tejer el lino que se producía en su término, constituyeron las principales actividades económicas de sus habitantes en tiempos pasados.
El edificio que más sobresale es la iglesia parroquial dedicada a Nuestra Señora de la Purificación. La nave central se cubre con una armadura mudéjar muy simple de par y nudillo y el presbiterio, con otra más interesante de lima y bordón. En lo alto de la torre se sitúa una imagen del Sagrado Corazón de Jesús. En las fiestas de la Virgen del Rosario se celebra una animada subasta de los más variados frutos de la tierra donados por los lugareños.

Sorihuela [261 hab. (2019) / 20,50 km²]


A 12 kilómetros de Béjar, descendiendo el puerto de Vallejera, nos encontramos con el desvío hacia Sorihuela, un pueblo que nos saluda con una de sus señas de identidad: la piedra. Y es que son varias las empresas que, aún hoy en día, se dedican al trabajo de la piedra de granito, típica de este pueblo, bien sea extrayéndola de la cantera o trabajándola en los talleres.
Una seña de identidad que también se hace muy palpable en dos de sus edificios principales: la iglesia y la ermita. La primera está edificada sobre un montículo, en el centro del pueblo, y está dedicada a Nuestra Señora de la Asunción. Su acceso es a través de una escalera, de piedra, que da directa a una portada románica. Y es que aunque la mayor parte de la construcción de esta iglesia, de grandes dimensiones y con una imponente torre del campanario, data de principios del siglo XVII, los vecinos defienden que ya en el siglo XIII se podía encontrar parte de la construcción, que se fue realizando poco a poco, por lo que mezcla varios estilos que van desde el románico o el mudéjar hasta el gótico, bien visible en las dos últimas naves del templo.
El otro edificio principal, el de la ermita, está situado a las afueras del pueblo, en dirección a Santibáñez de Béjar. Aunque se trata de una construcción relativamente reciente, de entre finales del siglo XIX y principios del XX, anteriormente ya hubo otras en la misma zona. En su interior se encuentra una talla del siglo XVIII del Cristo de Valvanera, de gran devoción en el municipio, que le celebra una gran fiesta y ofertorio en septiembre.
Además de la piedra, el municipio también presume de un parque eólico con siete molinos, que se pueden ver desde varios puntos del pueblo y los alrededores. También cabe destacar la Ruta de los Caños y las Pozas, que se desarrolla por distintos puntos del pueblo recorriendo estos lugares tan importantes en su momento para el abastecimiento de agua a vecinos y ganado. La ruta cuenta con un centro de interpretación situado en la Casa de los Pobres, en la parte alta del pueblo.

Santibáñez de Béjar [461 hab. (2019) / 29,80 km²]


A 20 kilómetros de Béjar, y cerca del límite con la provincia de Ávila, se encuentra Santibañez de Béjar. De mediados del siglo XV es su iglesia parroquial, dedicada a Santiago Apóstol, que ha ido sufriendo diferentes modificaciones a lo largo de su historia, especialmente a mediados del s. XX. Destaca su gran campanario, de 24,5 metros de altura, lo que supone casi el triple del resto de la construcción.
El otro edificio religioso principal hay que irlo a buscar a las afueras del municipio: se trata de la ermita de Nuestra Señora de Valparaíso, patrona del municipio, que, se cree, fue construida sobre un antiguo templo romano del que se conservan las bases. La actual ermita fue construida entre 1826 y 1828, después de ser destruida la anterior por los franceses en 1812, que llegaron a quemar los retablos y las imágenes que había en la construcción original (del s. XVII). Solo se salvó la imagen de la patrona ya que estaba en aquel momento en la iglesia.
Otro de los puntos importantes de Santibáñez de Béjar es la atalaya de propiedad privada conocida como La Torre, declarada Bien de Interés Cultural y que se sitúa en una pequeña elevación, a las afueras del casco urbano. Fue construida en el s. XIII y al parecer tuvo adosada una casa fuerte, aunque su función era la de torre de señales, por lo menos hasta el s. XV, al tratarse ésta de una zona fronteriza entre los reinos de Castilla y de León (al que pertenecía). De hecho, la torre perteneció a los partidarios de Isabel la Católica, a diferencia de la que existía en Guijo de Ávila, por lo que cuando ganó la guerra contra Juana la Beltraneja, la reina ordenó el derribo de la de Guijo y que se mantuviera la de Santibáñez.
Volviendo al núcleo urbano merece una visita el edificio del Reloj, construido en 1892 en piedra de granito y que en su interior alberga unos grandes péndulos que sirven para dar cuerda al reloj, que marca la hora en números romanos.
Santibáñez también ofrece al visitante la posibilidad de disfrutar de su entorno, tanto en la orilla de los ríos Valvanera y Tormes, que pasan por su entorno y donde se pueden encontrar algunas viejas norias, como del resto de los caminos que salen del pueblo y que conectan con otros núcleos de la zona como Puente del Congosto, Guijo de Ávila o Sorihuela, entre otros.
También cabe destacar la zona conocida como El Risco y que hoy en día atrae a muchos amantes de la escalada. En un pasado, El Risco fue un importante poblado calcolítico (3000 a. C.), periodo en el que se desarrolló el fenómeno megalítico, que consistía en enterramientos colectivos en estructuras tumulares a base de grandes bloques de piedra, formando una cámara que a veces tenía un corredor de acceso. Este yacimiento correspondió a una pequeña población de la Edad del Bronce y del Hierro que terminó alrededor del s. II a. C., con la conquista romana, un pueblo que parece que también se estableció en la zona puesto que se han encontrado restos de un puesto militar de observación.

Candelario (conjunto histórico artístico) [879 hab. (2019) / 60,17 km²]


Atrapada por las cuestas, debido a la zona montañosa en la que se encuentra, Candelario respira tranquilidad y aire limpio. La Naturaleza brinda la oportunidad de bellos recorridos, como los de la Ruta Hoya Moros, que –siempre que se tenga un buen fondo–, permite subir y llegar hasta el nacimiento de uno de los ríos más significativos que hay en Candelario, el Cuerpo del Hombre, un afluente del Alagón.
De vuelta al municipio, la visita al Museo Casa Chacinera permite conocer la tradición de la matanza del cerdo y la producción de uno de sus productos estrella, el chorizo. El paseo por las calles de Candelario llevará a la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, bella y encalada, mezcla de estilos y grande en proporciones, protagonista en las fiestas patronales en honor de la Virgen de la Candelaria, cuya guinda es un concurso en el que se regala un roscón.
Decía el refrán que "casa con dos puertas, mala es de guardar", pero no es el caso de Candelario, pues sus viviendas tienen dos puertas, pero una después de la otra. La que llama la atención es la de fuera, solo de media altura, que tenía varios usos: por un lado, protección contra la nieve y las visitas sorpresa del ganado; por otro, una función de 'jaula' para la matanza: el propietario podía dar el golpe de gracia al animal sin temor a golpes o mordiscos.
En la plaza Mayor, una cruz de piedra y bellísimos balcones en flor proporcionan un lugar donde relajar las piernas y contemplar la cal y la madera, con las montañas de fondo.

Candelario se encuentra a sólo 18 kilómetros de la estación de esquí de Bejar-La Covatilla.

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